Hoy, día 22 de Febrero es el Día Internacional de la Igualdad Salarial, por ello, desde la PAH de Málaga Oficial, pretendemos hacer un análisis de cómo influye esta falta de igualdad, en la problemática de la vivienda. Para entenderlo debemos dejar claros tres conceptos:
TECHO DE CRISTAL
Se trata de los impedimentos que se pueden dar a las mujeres en el ascenso laboral, en organizaciones o empresas (desde empresas con un sector ampliamente feminizado hasta los puestos del gobierno del país).
EL SUELO PEGAJOSO
Se refiere tanto a la dificultad del acceso al trabajo, como a la diferencia que hay en este acceso, mayor precariedad, temporalidad o mayor carga de trabajo en el hogar. Este concepto nace en contraposición con el anterior, donde se tiene en cuenta no sólo la cuestión de género, sino sobre todo la cuestión de clase.
LA BRECHA SALARIAL
La diferencia del salario medio entre hombres y mujeres. Esto se da, entre otras cosas, por la obligación del trabajo del hogar de la mujer.
Por tanto, la unión entre trabajo digno y vivienda digna queda claro. Si el primero es precario, temporal e inestable, no será suficiente para poder afrontar el pago del segundo.
Estos dos derechos están reconocidos nacional e internacionalmente. Y es que la situación extrema en cuanto a desahucios, no se debe a que las personas no quieran pagar, sino que no pueden hacerlo: buscan ayudas, trabajo y cualquier forma de poder conseguir un derecho que se reconoce en el artículo 47 de nuestra Constitución. Además la gran mayoría de las mujeres que se enfrentan a la pérdida de vivienda, son madres, y estas mujeres, cuando existen menores o hijos no emancipados, experimentan tal violencia ante un desahucio, que los niveles de desesperanza, unidos a la precariedad laboral, llega hasta puntos difícilmente sostenibles dentro de su salud física, mental y emocional. Su entrada nuevamente en el circuito laboral y social se ve gravemente cercenado.
Por todo ello, desde la PAH entendemos que el suelo pegajoso es el concepto que mejor puede explicar la dificultad de la mujer trabajadora, que está encadenada al hogar, y que cuando puede salir, se encuentra con una realidad de trabajos precarios y temporales.
La lucha por la igualdad salarial, se debe hacer desde la organización, codo con codo, compañera con compañera.
Llamamos a las vecinas de Málaga para que se sumen con nosotras y juntas, defender nuestros derechos básicos.